martes, 12 de marzo de 2024

El continuóse del empezóse de ustedes

En una tira de Mafalda, el genio de Quino, muestra a un joven de aquellos años 60 del siglo pasado, vestido “a lo hippie” que cruza a dos señores maduros. Mafalda observa sentada en el umbral de su edificio. Los hombres maduros comentan : “esto es el acabóse”. Mafalda, se les planta enfrente y los corrige: “no, es el continuóse del empezóse de ustedes”. 

Hoy vemos un delirio de fanatismo entre fascista, hiperliberal y oligárquico enseñoreado del poder. Una moda que ya han adoptado otros países. En el cumpleaños del hombre sencillo, austero y sabio que construyó la nueva oportunidad democrática en 1983, podemos decirle a muchos protagonistas del poder político y económico de nuestro país, que este delirio presente, no es otra cosa que “el continuóse del empezóse de ustedes”. 

Los sectores populares hemos cometido muchos errores. Además de la corrupción que ha “empetrolado” a toda la sociedad, nos hemos enamorado del poder y hemos desvirtuado y amañado las políticas públicas haciendo que no cumplan con su cometido de bienestar y progreso para todos, en especial para los menos favorecidos. Planteo esto en primera persona plural porque, a pesar de haber actuado (cuando me tocó) con la mayor dedicación y transparencia (con las equivocaciones de todo humano), soy parte de “la causa” popular y me hago cargo de sus contradicciones.

Mientras estos chicos que están hoy en el poder, se dediquen a destruir todo lo que puedan, vayamos reconstruyendo lo que se pueda, empezando por la autocrítica.

Como en 1968, estamos en medio del desierto. Hay que predicar incansables, como el Bautista, como hizo Alfonsín en tiempos de autoritarismo y violencia, contra viento y marea.

Raúl, desde su incansable pedagogía democrática nos había advertido de la posibilidad de un autoritarismo de derecha con apoyo popular. Ahora está servido en la mesa de la realidad y es necesario enfrentarlo. 

Son tiempos, como predicaba Yrigoyen luego del golpe de 1930, de “empezar de nuevo”. 


viernes, 8 de marzo de 2024

Mártires del 8 de marzo

8 de marzo de 1908, unas obreras de la fábrica Cotton de Nueva York declaran huelga con permanencia en el lugar de trabajo. Pedían una jornada de ocho horas (trabajaban diez y hasta doce horas) e igual salario que los varones que realizaban la misma tarea. 

Fueron encerradas y se produjo un incendio. Murieron ciento veintinueve obreras.

Pasaron muchos años desde entonces, más de cien y se siguen reclamando las mismas cosas. 

Es por eso que hoy no es un día de festejos y flores sino de reflexión y compromiso con los derechos básicos de los trabajadores. También por el respeto al derecho a peticionar.

Banalizar los hechos importantes y convertirlos en un “festejo” inocuo es una falta de respeto a las mujeres y a todos los seres humanos que sufren abusos de parte de los poderosos. 

Nuestro eterno agradecimiento a las mártires del 8 de marzo de 1908

jueves, 18 de enero de 2024

Porque Illia sigue vigente...A 41 años de su muerte, 18/01/2024.


Arturo Umberto Illia murió hace cuarenta y un años. Gobernó hace sesenta años. Sin embargo su circunstancia fue similar en muchos aspectos. Sucedió a un gobierno orientado por Álvaro Alsogaray con un plan muy similar al actual y, fue derrocado por el general Onganía que "continuó" el "liberalismo autoritario" (valga la contradicción) con Adalbert Krieger Vassena. Por eso su legado nos sigue interpelando. Está vigente. Reproducimos una nota de la Fundación "Arturo Illia" que nos hiciera llegar Enrique Illia.

Los logros fueron producto del marco conceptual progresista, voluntad y decisión política, equipos políticos-técnicos, capacidad de gestión, transparencia.

La Argentina vivió la vigencia de un breve periodo de estado de bienestar, 32 meses entre 12/10/63-28/6/66.

Tuvo una visión Humanista, Universal e Integral del mundo, preocupado por el rol de la Argentina.
Amante de la paz, la Democracia, la Constitución y la Ley, en su mensaje al asumir plantea...
"Si nos esforzamos en formar una conciencia nacional, con justo contenido moral, no nos desesperaremos nunca, ni nos agotará cualquier encarnizada adversidad"

Su gobierno se ocupó de todas las áreas con políticas integrales, en la economía, impulsó el funcionamiento de la capacidad ociosa industrial, exportó los excedentes de la producción agropecuaria a China y Rusia cuando no teníamos embajada bajo la guerra fría, consiguió mejores precios, le pagaron en libras esterlinas, pagó un plus a los productores.

En simultáneo sancionó la ley de abastecimiento para cuidar al productor y al consumidor, combatir la intermediación, regular precios, con esa ley permitió la creación de mercados centrales, sancionó la ley de salario mínimo vital y móvil para mejorar la capacidad adquisitiva de los sectores medios y bajos.

Sancionó la ley de medicamentos, consideraba a estos un bien social, aseguró calidad de sus componentes y precios por estructura de costos.

También expresó...
"El concepto social de la democracia no es nuevo, se nutre de la filosofía social contemporánea".
"Las estadísticas demuestran que se ha ido disminuyendo la participación laboral en el producto nacional, evidente injusticia social, ha perjudicado el desarrollo nacional".
"Sólo será justo nuestro orden social cuando se logre que los recursos humanos y los materiales, unidos al avance técnico del país, permitan asegurar la satisfacción de sus necesidades físicas y espirituales".

En su gobierno se puede constatar lo siguiente:

La participación de los trabajadores en el PBI pasó del 36.5 al 41% en el periodo 63-65, el PBI creció 10,3% en el 64, 9,2% en 65.

El PBI industrial creció en el 64, 18,9% y en el 65, 13,8%. 
El consumo creció 10% y la inversión 26%.
Disminuyó la deuda de 3.400 millones de dólares a 2.600.
El salario creció de diciembre 63 a diciembre 64, 9,6%.
La desocupación paso del 8,8% a 5,2% en el 66.
Se privilegió la educación como pilar de la gestión de gobierno, el presupuesto de educación, evolucionó desde el 12% en el 63, al 17% en el 64, y al 23% en el 65. 
Puso en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, convoco a Luz Viera Mendez de la UNESCO para que condujera este plan, en el padrón electoral del 63 de 11 millones de electores había un millón cien mil analfabetos, para llevar adelante el plan se construyeron 12.500 centros de Alfabetización en todo el país.
Fue una época de oro para la investigación, la ciencia y la tecnología, frustrada por la noche de los bastones largos.
Anuló los contratos petroleros una decisión de soberanía política, estratégica para la autonomía energética, le otorgó a YPF la conducción de la política Petrolera, YPF exploraba, extraía, refinaba, transportaba, comercializaba el petróleo y sus derivados, aumentó al doble la producción de gas y carbón, impulsó la energía hidroeléctrica, licitó la obra de Chocón Cerros Colorados.
Política de vivienda social, plan de ayuda técnica y esfuerzo propio, con financiación del Banco hipotecario, bajo el costo del m2 de 90 a 50 dólares, se entregaban sin pago previo a 10 años, con un 20% del ingreso del núcleo familiar.

Sobre política Internacional Illia adoptó una posición Yrigoyenista de defensa de la Autodeterminación de los Pueblos, logró la Resolución 20/65 de la ONU que imponía al Reino Unido negociar la soberanía de Islas Malvinas.

Impulsó el proceso de integración Latinoamericana, la defensa de la paz y el respeto entre los pueblos.
"No habrá para nosotros, países grandes que debamos seguir ni paises chicos que debamos dirigir. Habrá solamente pueblos y seres humanos igualmente respetables, a cada uno de los cuales ofrecemos una amistad sin prevenciones".
"Debemos tener en cuenta que la paz ya no consiste sólo en el equilibrio de poder de las grandes potencias, sino también en dar a las naciones sin desarrollo las oportunidades y medios para hacer desaparecer la tremenda humillación de su desigualdad y de la miseria en que viven sus habitantes".
"Para universalizar la paz, hay que universalizar el progreso y el bienestar"
"Los marcos políticos y económicos de gestión para la construcción de un mundo libre y democrático".
"Mejorarlo procurando la paz entre las Naciones, la igualdad entre los pueblos, el respeto de sus soberanías, el reconocimiento de los derechos humanos, la institucionalización universal de la libertad, la plena vigencia de los derechos sociales y la mejor distribución de los ingresos internacionales".

En la conferencia ante la prensa extranjera en julio/64 Illia planteó su visión de los desafíos "El mundo se ha achicado, por las nuevas comunicaciones, se han ampliado las posibilidades de conocimiento en todos los órdenes, nos obliga a compartir responsabilidades, no solo nuestro ámbito Panamericano, que lo deseamos sólido y fuerte en forma definitiva.
Deseamos proyectarnos con sentido Universalista, para participar en esta civilización que se transforma, debemos hacerlo con nuestras creaciones culturales, científicas y con un principio de moralidad".

"En esta época la revolución no es noticia.
La revolución es la investigación.
La revolución la hace el hombre alejado de la noticia.
¿Qué es lo que va a dirigir el mundo?
La gran revolución de está época la hicieron algunos científicos que lograron la desintegración del átomo.
Estamos en una época que nace, se conducirá de acuerdo con estas investigaciones, realizan la verdadera revolución universal".
"Exponer nuestros planes que se traduce en 4 o 5 enfoques que hacen a la infraestructura económica de la Argentina y no sentarnos simplemente para discutir un negocio, sino para discutir sobre el futuro y la seguridad de nuestro país y América".
"Y le decimos al mundo que tenga capacidad técnica y de inversión"....
"Estamos todos unidos en la vieja y misma rebelión, de igualarnos todos, los hombres que lucharon por la libertad de América tuvieron la misma finalidad".
"El mundo ha cambiado por esta revolución de las ideas de la tecnología y la ciencia.
La ética y la moral son las banderas de los hombres que nos dieron la independencia"
"Debemos luchar por el hombre mismo, porque es la evidencia humana la que hace tambalear a los tiranos y falsos dioses. Y si no sabemos con seguridad que nuestra verdad es la verdad, sabemos bien en cambio, donde está la mentira".

También fue honesto y austero.

Museo Casa Natal.
Fundación Arturo Illia para la Paz y la Democracia.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Topadora pseudo liberal

Con una serie de afirmaciones trasnochadas, extraídas de “La rebelión de Atlas” de Ayn Rand, el Presidente de la República busca justificar la serie de mazazos a la juridicidad y a los derechos básicos de los ciudadanos. El decretazo que pretende abrir la puerta del gallinero al zorro para que, con total libertad, comercie con las gallinas.

Además de haber comenzado con una afirmación mentirosa: jamás Argentina fue primera potencia económica. Tuvo muy alto nivel de producto bruto (que no se distribuía sino que se lo quedaba la oligarquía ganadera de fines del siglo XIX y principios del XX) pero siempre fue un país dependiente, como todos los países sudamericanos, del Imperio Británico y, después de la segunda guerra, del poder político/económico de Estados Unidos. Los gobiernos conservadores/liberales previos a los gobiernos radicales de Yrigoyen y Alvear, a pesar de su gran concentración de la riqueza fueron los gestores de la educación pública, universal, laica y obligatoria. También los creadores de la red de hospitales públicos y gratuitos de altísimo nivel. Desde esa afirmación equivocada, en adelante, el Presidente fundamenta su topadora pseudo liberal en una cadena de falacias y agresiones innecesarias. 

Es imprescindible reducir el déficit fiscal, por supuesto que sí. Sin embargo no es desmantelando derechos de los ciudadanos comunes que se logrará, sino recomponiendo un sistema impositivo perverso y armado para la evasión y para que más de la mitad de la actividad económica argentina sea clandestina. Ahí está el monstruo que hay que matar. Al poderoso, no a los débiles. A los victimarios y no a las víctimas. 

Todos los países considerados adalides de la “libertad” tienen sistemas regulatorios de todos los niveles de actividad económica para evitar los abusos de los poderosos que, de otra manera, actúan arrasando con la riqueza de todos. Porque la riqueza es una construcción social, no brota solamente del filo de los billetes sino de la transpiración de los que trabajan. 

Deseo que los ciudadanos argentinos sepamos ver esta agresión y encontremos la manera civilizada de defendernos.

lunes, 10 de julio de 2023

EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO


Luis Carlos Aguirre

En 1901, en tiempos de la presidencia de Julio A. Roca (padre), el de los billetes de $ 100, su ministro de guerra, General Pablo Riccheri, diseñó un sistema militar copiado del prusiano. Se buscaba tener tropas permanentes, en cantidad suficiente como para "disuadir" a eventuales países agresores. En aquel tiempo todavía la cantidad de tropa movilizada era sinónimo de fuerza. Las Fuerzas tendrían oficiales y suboficiales de carrera, con entrenamiento permanente y tropa con entrenamiento básico que, a fines presupuestarios, se obtendrían de la obligación de todos los ciudadanos varones de entre 20 y 21 años, de prestar un "Servicio Militar" obligatorio por ley durante un año o dos, según las necesidades.

De esta manera, en tiempos de un muy posible conflicto con Chile, se obtenían unas fuerzas acordes con los años que corrían y se iban integrando a los hijos de los inmigrantes al compromiso de defensa nacional. Pero, esencialmente, se podía tener un ejército y una armada poderosa en efectivos con un presupuesto relativamente cómodo.

El sistema colapsó ochenta años después, en la única experiencia bélica que tuvo la Argentina en el siglo XX, el conflicto del Atlántico Sur. No me parece necesario profundizar sobre el conflicto porque me desviaría del tema y cambiaría el sentido de estos razonamientos. A pesar de ello creo, con lo poco que conozco del tema técnico militar y las conclusiones del "informe Rattembach", que el desempeño de las Fuerzas Argentinas fue heroico pero la falta de equipamiento y entrenamiento adecuado fueron terribles[1]. Las fuerzas del Reino Unido no podían entender cómo se había llevado al frente a muchachos de 18/19 años sin entrenamiento ni equipamiento.

Desde el punto de vista militar es una antigüedad, un sistema arcaico que cada vez menos países mantienen vigente. No es efectivo en lo técnico militar y genera todo un malestar social ante la leva forzosa. La resistencia de la población es muy importante y el "beneficio" es militarmente nulo.

En Argentina, con la vuelta a la democracia, el gobierno del Dr. Alfonsín, comenzó a implementar el sistema de "soldados voluntarios" (con sueldo y entrenamiento más intensivo que de los soldados conscriptos), tendiente a ir disminuyendo gradualmente la cantidad de ciudadanos convocados, con el objetivo de eliminar el sistema. Con las diferentes crisis militares que sufrió la democracia incipiente y la crisis económica que se desató sobre el final del primer período constitucional, este proyecto, como otros, quedó en la nada. El Dr. Menem no modificó el esquema y, de manera puramente oportunista, al producirse el asesinato de un soldado conscripto (el Soldado Carrasco) con otros antecedentes similares, eliminó el Servicio Militar obligatorio de un plumazo. Esta medida contó con gran apoyo popular en su momento y llevó a las fuerzas a tener que nutrirse de tropa voluntaria. Estos soldados voluntarios, son, al igual que cualquier efectivo armado, empleados del estado y no ciudadanos obligados a prestar un servicio que no desean.

Esto desde el punto de vista de la defensa nacional. Es de notar que, durante los casi cien años en que estuvo vigente el sistema, en muchos casos sirvió para alfabetizar muchachos de zonas alejadas de las ciudades, detectar enfermedades como el "mal de Chagas-Maza", aprendizaje de oficios, etc. Estas actividades pueden calificarse de positivas, pero no son funciones de las Fuerzas Armadas. Las Fuerzas Armadas han de estar preparadas técnica y moralmente para defender a la patria, no para cubrir deficiencias de las áreas sanitarias, educativas y sociales del Estado.

Hoy tenemos graves problemas sociales porque vemos jóvenes que, salidos de control, son protagonistas constantes de hechos graves, algunos directamente delictivos. Es insoslayable que la sociedad entera, guiada por el Estado, tome cartas en esta grave problemática.

Sabemos que estas circunstancias no son un problema de corta data ni de fácil resolución. Hay toda una cultura de individualismo exacerbado que se ha generalizado. La falta de trabajos genuinos, de una sociedad económicamente en decadencia, ha determinado que mucha gente "sobre". El desquicio del sistema educativo y la falta de horizonte de los que logran estudiar, son otra realidad constante. A eso debemos sumar una seria disgregación social, el ingreso del narcotráfico como un "estado dentro del estado" y la descomposición ética de las fuerzas policiales. Todo esto genera un caldo de cultivo tendiente a buscar  la "salida autoritaria" para resolver problemas que requieren autoridad. Claro que sí, pero no la autoridad de la jineta sino la autoridad de la ética.
Una sociedad que ha tolerado que sus más encumbrados dirigentes se enriquezcan desvergonzadamente desde el poder sin reaccionar, ahora debe asumir su responsabilidad y exigir el cumplimiento de las leyes y actuar en consecuencia.  Si no logramos que los ciudadanos usen los cestos de papeles en la vía pública, ¿vamos a detener la penetración del narcotráfico? Aunque parezca una comparación exagerada, debo afirmar que no. NO.

Entonces, en vez de pedir un Servicio Militar que no tendría otra función que "disciplinar" muchachos vagos, en vez de mejorar las Fuerzas Armadas, debemos dedicarnos a "disciplinar" las conductas sociales e individuales. Exigir a los gobernantes que resuelvan estos temas y que sean ejemplo para la sociedad. Y, además, ser ejemplo para nuestros hijos. La educación no es función exclusiva de la escuela, es una tarea indelegable de toda la sociedad... la escuela solamente brinda una parte.

La delincuencia generalizada es consecuencia de una sociedad enferma, vayamos aplicando los antibióticos pero, también, cambiando la dieta y las costumbres. De otra manera será como los que adelgazan tomando anfetaminas, en cuanto pasa el efecto engordan mas que antes y destruyen sus glándulas. Seamos adultos de una vez por todas.



[1] “…Nuestras FF.AA. demostraron en el conflicto, las siguientes debilidades:
a. Deficiencias en el accionar conjunto, según fue referido en el subtítulo anterior.
b. Falta de desarrollo equilibrado y armónico del equipamiento de cada Fuerza, sujeto ello a las necesidades de la guerra moderna y las hipótesis de guerra existentes.
c. Falta de una fuerza submarina adecuada.
d. Falta de una aviación modernizada para la guerra en tierra y en el mar, y de medios aéreos de exploración y reconocimiento adecuados.
e. Falta de fuerzas terrestres actualizadas profesionalmente, en especial para el combate en horas de oscuridad.
f. Ausencia de una logística organizada y conducida con criterio conjunto.
g. Falta de fuentes diversas para la obtención de armamento y de una adecuada capacidad de autoabastecimiento, por ausencia de tecnología propia y de industrias de guerra suficientes.
h. Falta de adiestramiento suficiente en las FF.AA. para el aprovechamiento integral de la electrónica en todos los ámbitos de la guerra moderna (Aire, agua, tierra).

lunes, 29 de mayo de 2023

Revolución en paz

 A veces creo encontrar la mirada política puesta en un horizonte desértico y amenazante. A ninguno de los protagonistas de los diferentes espacios los veo ocupados en la resolución de los grandes problemas de la Argentina.

Es necesario dejar de lado los slogans y los intereses descontrolados de los grupos de poder económico. El poder económico es necesario pero es una fuerza que debe entender que la creación de riqueza es una construcción social. La clásica definición de colaboración equilibrada entre la fuerza del capital y la fuerza del trabajo es esencial de ser recuperada y puesta como mantel de la mesa adonde se sienten los actores de poder a conversar. 

Y el poder político, también en una definición clásica, es el árbitro pero un árbito que tiene por delante toda la sociedad, los que producen y los que no, los honestos y los deshonestos, todos son parte de la sociedad y todos, además de derechos tienen deberes. En una sociedad equilibrada todos deben estar incluidos. 

La sociedad no es asimilable a una empresa sino a una familia. En la familia no mandamos a los chicos a pedir en la calle sino a la escuela a prepararse para el futuro, no ponemos a los viejos en la calle a que mueran de frío como los esquimales. En la familia incluimos a todos (o al menos debiéramos hacerlo). Esto es lo que debe hacer la sociedad.

Por eso creemos que, esencialmente, un gobierno debe procurar, sin dilaciones ni especulación:

* Hacer que toda la actividad económica sea legal y aporte a la riqueza general (labor real y efectiva del control aduanero e impositivo). La ilegalidad en la actividad económica/laboral es mentira que no aporta, aporta a la caja negra de la corrupción y el poder mafioso a través del soborno (vulgo: "coima"). Asistimos a la paradoja de que haya "estadísticas" de trabajo en negro, como si fuera una categoría más y no un delito. 

* Adecuar el sistema impositivo a la realidad, disminuyendo la carga pero universalizando su aplicación. Todos pagan, en consecuencia todos pagan menos.

* La vigencia de los puntos anteriores implica que toda relación laboral debe ser legal, generando, en consecuencia, una mayor fuente de recursos para el sistema de salud, para el sistema previsional y de protección social.

* Acción implacable de lucha contra la corrupción tanto pública como privada. No solamente igualdad ante la ley, el funcionario público debe responder con mayor transparencia por el crecimiento de su patrimonio y el de su entorno. La ética ha de ser la prioridad en toda la actividad pública y privada por sobre todas las cosas. No un moralismo mojigato sino una valoración esencial de la conducta republicana de los representantes políticos y sociales.

* Reforma de las normas de representación gremial, tanto patronal como de los trabajadores, garantizando la alternancia y la representación de las minorías en estas organizaciones. De esta manera se procurará una representación genunina de los intereses de los trabajadores o pequeñas empresas por sobre las castas de grupos cuasi mafiosos.

Y finalmente, ¿quiénes están en condiciones de encarar una tarea así? Son postulados tan simples que parecieran imposibles de aplicar. Ante todo debe haber un convencimiento social de estas prioridades. Luego, un gran acuerdo de los actores políticos de este marco de acción. Un gran acuerdo ético, una "Multisectorial de la ética" (como hubo una multipartidaria política sobre el final de la dictadura).

El radicalismo, uno de los partidos que tiene representación territorial más extendida y arraigada, es uno de los actores principales, tal vez el principal. La tradición de presidentes y funcionarios éticamente incuestionables que ha tenido el radicalismo a lo largo de su vigencia en la historia política lo ponen en una posición de tener que asumir esta responsabilidad.

La Unión Cívica Radical deberá asumir este desafío, liderar un espacio de transformación esencial y profunda de los valores vigentes en la sociedad. Deje de ser furgón de cola de una variante conservadora del sistema actual y se ponga al frente, como la locomotora del viejo tren que debe volver a recorrer el camino de "revolucón en paz" (al decir de Arturo Illia).


¡Adelante radicales!

martes, 19 de julio de 2022

“PLANEROS”

 


Tal vez vaya a decir cosas que no le van a gustar a nadie. Y bueno, tengo espalda para que se me enojen los amigos de todos los costados. 


En estos días las empresas de transporte colectivo de “área metropolitana” han decidido reducir sus servicios debido a retrasos en recibir los subsidios de parte del gobierno nacional. Es decir que, las empresas (no los usuarios, ni los empleados de las empresas), necesitan ayuda del estado para poder brindar sus servicios. Servicios que, día a día, son peores. 


Esta noticia, que puede ser transitoria, me ha hecho pensar que, de una manera u otra todos los argentinos (o la gran mayoría) somos “planeros”, calificativo despectivo utilizado para designar a las personas beneficiarias de algún tipo de apoyo económico de parte del estado en los últimos veinte años. Siempre recuerdo a los amigos influenciados por la prédica de algunos comunicadores (¿o incomunicadores?), que el primer plan social de que se tenga memoria o registro, fue instituido por el Dios  de Israel para ayudar a su pueblo peregrino por el desierto a subsistir hasta llegar a la “tierra prometida”.  Una sociedad no es una empresa en que, el que no produce, queda afuera. En una sociedad deben estar todos “adentro”, entonces, si no hay capacidad para que cada cual viva de su trabajo, habrá que asistirlo hasta que esté en condiciones de valerse por sí mismo. Esto ya lo hacían los atenienses (que no eran peronistas) con las comidas comunitarias o Margareth Thatcher (que no era radical ni socialista) con los seguros de desempleo. 


El tema es que estamos en una sociedad “subsidiada” por todos lados, sobre todo en el “área metropolitana”. Se subsidian a los empresarios del transporte, a los desocupados o subocupados, a los consumidores de gas natural o luz eléctrica. Se subsidia a las empresas haciendo la vista gorda para que tengan personal sin registrar o facturando como monotributistas. El propio estado, en todos sus niveles tiene empleadas que “facturan” en vez de recibir un salario, es decir están en una relación de dependencia disfrazada, evadiendo aportes y beneficios. 


Con todas estas irregularidades, con tal vez más de la mitad de la economía funcionando de manera clandestina (y “aportando” a las cajas mafiosas de la corrupción para poder hacerlo), con una inacción terrible de organismos como la Aduana que no controla las entradas y salidas de bienes (y ni hablemos del tráfico de sustancias ilegales o de personas que son temas mucho más graves). Con todo este panorama, el estado funciona, mal, pero funciona. Esto quiere decir que si cada cual cumpliera su deber y no hubiera actividad económica clandestina el nivel de recaudación genuina sería enorme. No se resolverían muchos problemas de fondo pero el sistema sanitario no estaría en crisis, el sistema jubilatorio no estaría quebrado, los trabajadores ganarían lo que dicen sus convenios colectivos de trabajo y gozarían el derecho a protección sanitaria y no haría falta que las empresas de transporte estén subvencionadas para sostener un precio de servicios desactualizado. El gas y la luz podrían tener el precio que deben tener. La educación pública podría resurgir y dejar de ser un gran comedor comunitario.  


Hay miles de problemas estructurales que resolver, estas reflexiones no pretenden negarlos, solamente poner blanco sobre negro una actitud de necesario sentido común.

No creo estar planteando una revolución, ningún cambio de estructuras. Simplemente que el juez juzgue, que el legislador legisle y que el gobernante gobierne.


Lamento, como plantea el periodista Enrique Vázquez, no tener casi ninguna esperanza de que estos puntos, muy básicos y sencillos, puedan ser resueltos porque ningún actor de los que presenta  “el mercado político” actual ofrece la más mínima garantía de racionalidad y honestidad intelectual (y de la otra casi tampoco).


Así y todo, quienes tenemos la bendición de trabajar cada día, seguiremos haciéndolo y sembrando semillas de esperanza para forzar a un inevitable amanecer.