El 12 de marzo puede ser una oportunidad de recordar a don Raúl
Alfonsín. Recordar su cumpleaños sin él presente parece no tener sentido más
que para sus seres queridos. Para el resto podría esperarse una fecha que,
incluyendo su protagonismo, nos ayude a ver su legado político y ético.
Podría pensarse en el 10 de diciembre. Esa fecha que, siendo
presidente electo, determinó para asumir sus funciones es todo un mensaje. En
el momento de tomar la decisión fue un símbolo, el primer (o tal vez el
segundo) "mazazo" al poder de facto que pretendía condicionar la
consolidación institucional de la república. Haber elegido el día internacional
de los Derechos Humanos fue un desafío y un programa de acción, mal que les
pese a los que aún pretenden ponerlo en duda.
Pero se da la oportunidad de plantearlo en esta fecha, en
que vemos una "forma de ejercer el poder" bastante alejada del estilo
de don Raúl, más allá de no poner en duda en absoluto la legitimidad de origen
que tienen las actuales autoridades.
En un trabajo realizado en 1989 para los estudiantes secundarios, subido a este
"blog”, repasamos las propuestas electorales del radicalismo para las elecciones
de 1983. En una síntesis de cien puntos podían resumirse las propuestas y fue
muy sencillo para quienes militábamos en aquel tiempo, recorrerlas y
analizarlas. Remito a ese modesto trabajo para el recuento general de su paso
por el gobierno[u1] .
Pero su presencia en el Poder Ejecutivo Nacional fue mucho más que eso.
Un "estilo" de ejercer el poder y de plantear la
cuestión política. Antes de asumir ofreció a su principal contrincante en las
elecciones, el Dr. Luder, a presidir la Corte. En la representación institucional como en
las cuestiones políticas, siempre buscó la integración y la unidad nacional. El
mentado "tercer movimiento histórico" que fuera planteado en aquel
momento, no pretendía armar un "supra-partido" sino poner por delante
los temas esenciales de la nación para que, cualquiera fuese quien ejerciera el
poder, esos temas estuvieran por delante. Las miserias humanas no permitieron
que esas propuestas se afianzaran. Quienes solamente están pensando en el poder
como plataforma para sus pequeñas ambiciones lo impidieron.
Sin embargo don Raúl no se dio por vencido. En la primera
oportunidad, cuando el presidente que estaba en el poder necesitaba modificar
el texto constitucional para ser reelecto, aprovechó para legar a la
institucionalidad un "proyecto de acción" que se plasmó (con
imperfecciones, por supuesto) en la Constitución de 1994. No vamos a enumerarlos
aquí. Tome cada cual el texto y analícelo... hay mucho para construir a partir
de él. Mucho para comprometerse y luchar.
Lograr una sociedad integrada, en que el Estado promueva la
nivelación de las desigualdades y garantice los derechos y obligue a los
deberes de todos. Parece una definición de manual escolar, pero ha de ser el
principal objetivo de todo gobernante de todos los niveles (desde un modesto Concejo
Deliberante hasta la Presidencia
de la Nación ).
También ha de ser un “lema” de todos los ciudadanos desde la más tierna edad.
Creer que la legitimidad obtenida por los resultados
electorales genera impunidad para subirse a las leyes y las instituciones, manipulándolas
en beneficio propio y de “los amigos” es
una tentación en la que han caído quienes ejercen el poder en los últimos
tiempos.
Esto, como se ha dicho, genera una violencia latente que en
cualquier momento y por la razón más nimia, explota y se lleva en la explosión
a todos… Es la invitación a los nostálgicos de las dictaduras.
La sencillez republicana y la ética han de recuperarse con
urgencia. Es lo que distingue a las sociedades serias, las que basan el
progreso en el esfuerzo y hacen que los gobernantes sean un emergente sano de
su pueblo, sin importar demasiado sus nombres o su personalidad, respetuosos de
las normas y de sus conciudadanos.
Recordar a don Raúl, como a todas las grandes
personalidades, no debe ser un ejercicio de nostalgia sino una oportunidad para
ver en su legado y en su conducta un desafío para el presente.
Es
imprescindible pensar una actitud nueva que supere este festival de corrupción
y soberbia que ningún porcentaje electoral puede justificar.
Tal vez no sea oportuno decir estas cosas, pero me parece
que es imprescindible.
[u1]“Bosquejo
histórico de la Unión Cívica
Radical”
Adhiero totalmente, fue un ejemplo y nos seguirá enseñando...Claudita Alonso
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